Embajador de Recios

- Buenas -la voz del enorme tauren retumbo en toda la sala, aun asi, tras fijarse en el tabardo que lucia, los numerosos integrantes siguieron con sus quehaceres, beber cerveza, preparar la ofensiva contra Arthas, incluso unos niños (los hijos de los sirvientes, supuso) jugaban con un enorme oso en una esquina y este, resoplaba con paciencia, y permitia que se le subieran encima y le estiraran de las enormes orejas....

Un Enano se acerco al Tauren...

- Dime amigo, que te trae por esta nuestra casa?

El tauren permanecia absorto, despues de visitar varias embajadas, donde el pesimismo por la guerra y la desconfianza que probocava su aspecto habian dominado los encuentros, esta desinteresada bienvenida, esa agradable familiaridad con la que obsequiaban ahora sus ojos lo desconcentraban...

- Hey grandote, te digo a ti! y mas vale que te sientes por que si esperas que me duela el cuello lo llevas clara!

El Tauren, reacciono, el velo de la alegria se descorrio por fin, y mientras enfocaba la vista con su interlocutor, observo que aun en aparente calma, hasta el ultimo guerrero de esa sala tenia su atencion puesta en el...

- Di, disculpadme..- Dijo el enorme Tauren mientras se arrodillaba ante el enano...- Mi nombre es Ragtorak, Pertenezco a Recios, como nuevo embajador, he venido a presentarme y a comprobar que a pesar de que las tensiones entre la alianza y la horda han aumentado, seguimos manteniendo un mutuo respeto entre nuestras hermandades....

- Bueno, supongo que no te sabra mal permanecer en esta sala mientras hablo con los oficiales, alguien te traera una buena cerveza caliente... madre mia... desprendes frio.. pareces un cubito de hielo...

- Si.. esperare... pero antes, permitame decirle que lo que mas calentara mi corazon por mucho tiempo es la alegria que aun en estos aciagos dias manteneis en vuestra casa...

El enano se alejo sonriendo... si.. el conocia muy bien esa sensacion....

Mientras se dirigia a la puerta sujetandose la frente por el dolor de la resaca, con unas ojeras marcadas y al compas de algun que otro ruidito de hipo, vio a la mole que emanaba un aura fria de baho a su alrededor. Al llegar enfrente del tauren, estiro el otro brazo, ofreciendole una botella de licor medio llena... o era medio vacia?...:

- Toma, la vas a necesitar... -

Reanudo de nuevo el camino, y cuando paso por la espalda del nuevo embajador, extendio la mano y le dio una palmada en el hombro, mientras esbozaba una sonrisa.

- Bienvenido -

Salio de la sala y se monto en su moto. El tauren, que aun le veia desde la puerta le advirtio:

- ¿Crees que es una buena idea montar en ese cacharro en tu estado? -

- Tranquiiiilo, esta todo controlado. - Arranco la moto, la cual se precipito marcha atras contra un buzon de correos que se balanceo de un lado a otro durante un rato. El elfo se quedo parado unos segundos...

- Mejor me doy un paseo, que hace buen dia... - Mientras se bajaba de la maquina.

Sebtada en el taburete mas alejado de al barra se encontraba, cabizbaja y pensativa, como si se encontrara en un mundo del cual solo ella conociese su existencia. Llevaba un cigarrillo consumido en la mano derecha, el cual no recordaba siquiera haber empezado a fumar, pero le daba igual, en esos momentos lo que mas necesitaba era un poco de aire fresco que le librara de ese onanismo mental.
Lentamente se levanto del andrajoso taburete de piel de ternero y torpemenete se dirigió hacia la salida tropezando con todo lo que se encontraba a su paso.

-¡Cuidado!- le dijo el tauren al ver como se tropezaba con los escalones que daban paso a la salida del lugar.

Se levanto con cuidado apoyandose en la barabdilla y le dirigió una mirada al tauren.

-Gracias, no había visto ese escalón.-

Se dirigió hacia al puerta cojeando debido algolpe que había recibido en la pierna derecha. Casi al llegar a la salida, se giró bruscamente y le dijo al tauren:

-Perdona, ¿eres el nuevo embajador dque nos han mandado desde Recios?.

-Si, lo soy.

-¿Me permites un consejo?-

-Dime.

-Ten cuidado con el enano de antes, se dice que por las noches se le pueder ver con un vestido rojo ceñido con mucho escote y con un par de zapatos de tacon.-

El tauren sobresaltado ante la información que le habían confiado, se fue alejando lentamente de donde se encontraba la muchacha.

-Ah, y bienvenido a esta casa de locos que gozamos de llamar hogar-

En la zona más oscura de la sala, tras la penumbra que dejaban las antorchas de los pilares, yacía un barón encapuchado del que caia una larguisia cabellera, con un pié apoyado en la paret y los brazos cruzados, escondiendo su sedienta mirada. Un aura oscura podía mezclarse con la helada resplandor provinente del Tauren, de forma mal intencionada.

-Un viejo draenei- No le hagas caso, odia las visitas, y más aun provinentes de la Horda.

El tauren en tensión, quita la mirada de encima del extraño individuo y se decide a avanzar mientras un susurro resuena debilmente en sus oidos. "Es como una brisa que canta apenada" -pensó el tauren.

Unos minutos mas tarde, desde la puerta cerrada de una habitacion superior se empiezan a oir cosas rotas, chillidos y ruidos... De repente la puerta se abre y sale corriendo un elfo semidesnudo perseguido de una draenei y una elfa de la noche.

La draenei coge un cenicero y lo lanza.

-Maldito bastardooooo, decias que yo era tu chica que pasariamos el resto de la vida juntos...

La elfa de la noche mira a la draenei y la coge de los pelos.

-De eso nada mona, eso me lo decia a mi, me regalastes hasta la sortija de tu madre.

La draenei se mira la mano...

-Que sortija? esta que tengo yo aqui?...

(se miran la una a la otra y a coro...)

-Vuelve aqui malditooooooo!!

El elfo corriendo por las escaleras.

-Pero chicas yo os quiero a las dos, no seais asi por favor.

(un zapato esquivado por el joven elfo cazador cae a los pies del tauren que sobresaltado se levanta...)

-Pero que??

El elfo le dirije una mirada al tauren y se queda quieto, mira a todos lados...

-Y mi arco?

De repente una sacerdotisa elfa de la noche, coge al elfo de las orejas

-Vamos fuera galan...

El elfo arrastrado por la sacerdotisa se despide de todos con la mano, Hasta luego!.

(Empiezan a oirse gritos de la sacerdotisa y regaños... la draenei y la elfa vuelven a la habitacion a vestirse)

Al rato el elfo entra amoratado y la sacerdotisa entra detras...

-Ben sdfsd veni dfs (escupe un diente) Bien...ven..do.

Entre tanto alboroto
Querrás hablar con Loanz,- le golpeó casi al momento una voz suave y ajada, el tauren miró tras de si y observo un mago del cual emanaban unas pequeñas llamas.

Eres un mago por como vistes- Dijo el tauren con voz sorprendida- creí que estabais todos en dalaran con el kirin thor

Sí, estas en lo cierto, soy un mago y la verdad que mi hogar esta entre estas paredes, con mis hermanos, no con esos presumidos viejales de trucos baratos.

Hombre levantar una ciudad con magia..... interrumpió el tauren con movimientos de asentimiento mientras las palabras resoplaban por sus pequeños labios de toro...

bueno, bueno.... no es para tanto..., por cierto no hagas caso de esa draenei, el enano es un oficial, es una persona santa de gatillo rápido como de curas largas.... la pobre draenei esa, lo que te dijo del vestido...un día sufrió un percance con la moto del elfo...alegre que viste antes y desde entonces,,,,no ha regresado de su mundo.

Se bienvenido de todas formas, el mago alargo su mano a la pezuña del tauren mientras susurraba... tan diferentes y tan iguales, considerate mi hermano.
soy Chango, oficial de los héroes para servirte.

El frió desapareció del Tauren, se desvaneció como las nubes de tormenta dejan paso al sol, puede que fuera por el calor que desprendía el mago de fuego, puede que aun lejos de su cima del trueno, lejos de casa, sintiera que el corazón de toda esa gente latía junto al suyo, al mismo compás, lejos de odios, guerras y sangre. El Tauren se sentó en la mesa apurando su bebida.
Espera voy a buscar a los otros.... el mago se alejó perdiéndose entre la gente.

Un gran oso esta durmiendo en sus aposentos cuando de repente entra su amigo mago.

- Vamos despierta que tenemos visita

El pobre oso se pone una zarpa en la cabeza mientras aleja con su otra zarpa a su amigo.

- Dejame dormir estoy hibernando.

- Tenemos un representante y embajador de Recios.

- Dejame un ratito mas ahora voy.

Al rato sale el oso por la puerta guiado por su compañero mago hacia un robusto Tauren.

- Te presento a nuestro osito

- No soy una mascota (el oso suelta un rugido sorprendiendo al propio Tauren)

El oso resulto ser un druida en su forma feral que saludo cordialmente a su nuevo amigo Tauren.

- Saludos perdona por haberte asustado, soy Sieg me siento muy honrado de tenerte aqui entre nosotros, no te asustes de lo que puedas encontrar aqui (el druida suelta una carcajada). Si necesitais cualquier cosa aqui tienes un amigo druida para lo que necesites.

Despues de una pequeña charla el druida se despide cordialmente.

- Hasta pronto espero que estes muy a gusto entre nosotros.

Posteriormente el druida le dio unas suaves palmaditas en la espalda, se puso en forma felina y desaparecio entre las sombras para poder reposar en un lugar
tranquilo sin ser molestado.

Después de regañar a Urio, sentada, no muy lejos del tauren, se encontraba Aixa la cual no perdía detalle de lo que sucedía.

-Perdonad, no os conozco pero me tomaré la confianza de hacer esto...-/e le quita la botella de licor medio llena/vacia al tauren y le pone una taza de un liquido extraño caliente.

El tauren mira extrañado el fondo de la taza y la olisquea un poco.-Huele bien.

-Es sopa, la hice hace poco, espero que os guste, seguro que tendrá menos efectos que esta botella-/e apoya la botella en la barra.-Encantada, soy Aixa, una sacerdotisa del templo de la Luna, espero tener otra oportunidad para hablar largo y tendido con usted, pero ahora debo irme-/e mira hacia la puerta vigilando a Huor, que va de un lado a otro haciendo zig zag.-¡Hasta otra!-/e hace una reverencia rapida al tauren y corre a la puerta a ayudar a Huor.

-Hoooooooola Aizaa... ¡Hip!- dice Huor con una cogorza considerable.
-Hooooola Huooor-dice Aixa entre risillas discretas- Vamos te llevaré a casa.

-Bieeen, veamoz... ¡Hip! deberían estar por...-Huor busca las llaves de la moto en una bolsa.-Aaaaqui esta!-/e saca un tornillo enrredado con un alambre.-Oops, esto no es...-/e sigue rebuscando mientras sonrie aixa, la cual observa los movimientos graciosos de Huor.-¡¡Aaaaqui!!-/e le da las llaves a Aixa-Toma, yo no veo nada.

-¿Para que me das las llaves de tu moto? Ni loca voy a conducir ese montón de tornillos-/e da un fuerte silbido cuando de repente aparece un diente de sable.-Vamos Alena, ayudame a llevar a Huor.

Aixa y Alena se acercan a Huor.

De repente, activado como un resorte, el tauren se puso en pie, derramando el calido liquido por el suelo, permanecio unos instantes en silencio, con la mirada puesta en otro lugar, en otro tiempo... Solo duro un segundo, pero la preocupacion cruzo su rostro...

Volvio a enfocar la mirada y mirando a la sala, comenzo a parlotear deprisa...

-Si me disculpan, viendo con la confianza que me tratan, he de suponer que mi visita, a parte del mero formalismo de presentarme como embajador, ha sido un exito, dudo que haya ni siquiera que hacer mencion al pacto... mejor dicho a la amistad que une nuestros clanes, esta no se ha debilitado y seguira igual de fuerte por muchos años, si aun asi hay algun punto que deseen matizar, ya saben que estaremos encantados de discutirlo, si es junto a un buen fuego y con una buena cena delante, mejor...

Siento mucho tener que irme de esta manera, por favor, no se lo tomen como una ofensa, pero me necesitan en otro sitio... Acepten mis disculpas por tan maña groseria.
Larga vida a los Heroes olvidados!

Casi sin tiempo para hacerles reaccionar, el enorme Tauren invoco un portal demoniaco y desaparecio por el, dejando un extraño aroma a rosas...